STEVE ALEXANDER BRITO HERNANDEZ

Soy el mayor de seis hermanos.  Actualmente resido en el municipio de Mixto, aunque nací en la ciudad capital.  La historia de mi vida esta basada principalmente en el amor de DIOS y de mi familia por el maravilloso interés, dedicación y tiempo que me han otorgado, a los cuales nunca alcanzaré a pagar su enorme amor, respaldo y bendición.

Nací en un hogar pobre, pero que tras venir luchando hemos logrado salir adelante, peleando por un futuro mejor.  Mis primeros años de estudio los realicé en un colegio pequeño que se encontraba a casi dos kilómetros de mi casa.

En el colegio cursé toda mi primaria hasta los básicos y en él conocí a muchos de mis mejores amigos, a los cuales estimo al igual que a mis hermanos.  Una experiencia que cambio de una forma mi vida ocurrió cuando al estar en primer grado de primaria, mi maestra llamo a mi madre y al platicarle le dijo que ella iba ayudarme a superar un problema que tenía al hablar, ya que al pronunciar la letra R decía ede.  Al terminar este grado pude pronunciar bien la letra.  Esto me ayudo a buscar superarme.

Años después cuando salí de tercer grado básico, yo deseaba ingresar al mejor instituto de la capital, por lo cual decidí esforzarme y más que buscar tener un buen promedio, mi meta era aprender de la mejor forma y hacer las cosas con la mayor calidad que pudiera alcanzar.  Al platicar con mi papá me aconsejó que siguiera bachillerato ya que en el Instituto solo habían técnicos de tres años y además él prefería que llegara en menos tiempo a la universidad.  Solicite una beca, la cual se me fue concedida y traté agradecer al dar un buen testimonio como Cristiano y persona, al dar lo mejor de mí, al ayudar a mis compañeros y al alcanzar, Gracias a Dios, el primer lugar de mi promoción y obtener el Galardón De La Riva a la Excelencia Estudiantil otorgado por Industrias De La Riva.

El año en que me gradué fue el más duro de mi vida estudiantil pero fue el de mayor ratificación.  En este año yo tome en cuenta la idea de ingresar a la universidad y entendí el gasto y sacrificio que era necesario; por lo cual decidí buscar ayuda en alguna parte para no ser una carga a mis padres, ya que también tengo cinco hermanos más.  Un día me entere por medio del periódico y la televisión de un evento de orientación universitaria.  Aplique a diferente universidades pero no logré calificar y en otras tenía que pagar un porcentaje.  Ante esto me desilusione mucho, ya que pensaba que las universidades no apoyan.

La fundación Juan Bautista Gutiérrez había enviado mis resultados a la universidad Francisco Marroquin donde entre a la selección de candidatos para optar al programa ITA y fui aceptado en el programa me siento feliz y motivado a esforzarme y mejorar para poder servir a mi País, a mi pueblo y a mi familia.